Porque la Italia de Mussolini, así como la Alemania de Hitler, como la Rusia de Stalin, o la Yugoslavia de Josip Broz Tito, en su momento aparecieron bajo promesas socialistas engañando descaradamente a sus naciones por la gran pobreza. Cosa parecidísima con este milico de turno y sus genuflexos de oficio. Pero si, socialismo para los boliburgueses de las camionetotas, Gringas, gringas, todas ellas por cierto. O los maletinzazos con bastantes dólares, gringos, gringos. ¿entonces? La revolución se alimenta de los dólares del popular imperio, y por supuesto del capitalismo.
Los peligros antidemocráticos continúan presente, y hoy más que nunca bajo una izquierda peregrina, vemos cómo el discurso disfrazado y sobre todo muy televisado, se mantenga una relación netamente instrumental con la democracia en el país.
Salir a votar, votar con conciencia y sobre todo, votar con paciencia para defenestrar el desquiciado socialismo del siglo XXI, como muy pertinentemente lo han llamado intelectuales como Fernando Mires en recientes publicaciones, o como lo ha venido advirtiendo Enrique Krauze, Mario Vargas Llosa, Álvaro Vargas Llosa, Fernando Rodríguez, Teodoro Petkoff, Alfredo Ramos Jiménez, Plinio Apuleyo Mendoza, Manuel Caballero entre otros intelectuales que se me escapan los nombres.
Los venezolanos estamos demostrando que queremos votar, porque, en los últimos sondeos a nivel nacional están reflejando que más del 80 % de los ciudadanos quieren participar en la venideras elecciones. Por ello, los discursos del presidente son tan incendiarios, simplemente se sabe derrotado, en por lo menos seis gobernaciones y muchas tantas alcaldías de importancia, y precisamente por eso debemos votar para comenzar a conquistar los espacios de poder y comenzar de nuevo a refundar el Estado venezolano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario