México.- El sueño del presidente Hugo Chávez es convertirse en el equivalente de Stalin pero respecto al régimen cubano de Fidel Castro, afirmó hoy el historiador mexicano Enrique Krauze, autor de El poder y el delirio.
"Él no usa la palabra padre para referirse a Castro de manera simplemente sentimental, está buscando quedarse con ese capital histórico-ideológico", apuntó Krauze, cuyo último trabajo analiza la figura de Chávez en el contexto de la historia, informó Efe.
Algunas de las "desmesuras" del mandatario venezolano -añadió- son contempladas con reservas por el revolucionario cubano, ahora apartado del poder tras casi medio siglo como máxima figura de la isla caribeña.
Castro, "un político maquiavélico" según Krauze, podría temer que las acciones del venezolano -"un volcán de emotividad, de ambición, de resentimiento" que "está siempre escalando sus apuestas"- lleven a un levantamiento militar o a una guerra civil, según Krauze.
Para Chávez, "nada sería mejor que revivir la crisis de los misiles del año 62 y ser él el nuevo 'Ché' o el nuevo Fidel que siga desafiando a los yanquis", apuntó el historiador.
El envejecimiento de Fidel le otorga al ex militar venezolano mayor margen de actuación para extender su impronta sobre América Latina, agregó Krauze, que calificó a los países en la órbita de Chávez de "virreinatos".
La llegada al poder del estadounidense Barack Obama, en principio partidario de una mejor relación entre su país y Cuba, podría cambiar la ecuación, afirmó el experto.
De igual manera, la reducción de los precios del petróleo también podría derivar en una limitación de los movimientos para el "sueño imperial" de Chávez, "un héroe que sabe muy bien que no es un héroe".
Krauze preparó El poder y el delirio en Venezuela, donde conversó con partidarios "chavistas", algunos de ellos de su entorno cercano.
Tras avisar de que el libro se publicaría en Caracas, Krauze recibió "algún correo electrónico" del ministro de Información venezolano, Andrés Izarra, con "términos impropios", ante la crítica contenida en el ensayo.
"Me confirma que la tolerancia a la crítica no es una de las virtudes del régimen chavista", dijo el historiador, quien reconoce, no obstante, la "vocación social" de Chávez -aunque de forma discrecional- para con sectores excluidos durante mucho tiempo en Venezuela.
El académico admite que el gobernante no es un hombre "cruel" o "sanguinario", pese a las "feroces" campañas de propaganda contra la oposición política llevadas a cabo en el país, y que ha mostrado "realismo" en "momentos límites".
"Acotado por una gestión diplomática nueva de Obama, por la realidad del mercado y los precios del petróleo, y por el avance de la oposición", el régimen podría tomar otros derroteros, apuntó el historiador.
Sin embargo, Krauze quedó a la expectativa de lo que suceda tras las elecciones regionales y municipales en Venezuela, el próximo día 23, tras la amenaza de Chávez de sacar los tanques a la calle si en algunos lugares triunfa un candidato de la oposición.
El Universal (Caracas, 18.11.08)
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