viernes, 14 de noviembre de 2008

Lo peor de Venezuela es el odio sembrado

El historiador mexicano Enrique Krauze, de 61 años, viajó a Venezuela el pasado 4 de diciembre, después de que Hugo Chávez sufriera su primer descalabro electoral. Chávez no pudo convencer a los venezolanos para que aprobasen una reforma de la Constitución por la que él podría presentar su candidatura a la presidencia tantas veces como quisiera. Perdió el referéndum. Y los responsables de aquella derrota, en buena parte, fueron los líderes estudiantiles. Krauze quería conocerlos. Y al verlos se sorprendió de que ellos llegaran a la cita con cuadernos y bolígrafos, para tomar nota de sus palabras. Krauze sólo les dio un consejo: "Tenéis que hacer que esto perdure".
       Casi un año después, el presidente venezolano se enfrenta el próximo 23 de noviembre a unas elecciones en las que están en juego 22 gobernaciones y 326 alcaldías. Chávez se ha entregado de lleno en la campaña al apoyo de los gobernadores y alcaldes de su partido. ¿Pero qué fue de aquellos estudiantes que tanto entusiasmaron a Krauze? "Aquel día les pregunté si sabían cómo iban a hacer que perdurase el movimiento que habían creado. No lo sabían entonces, y me temo que no lo saben ahora. Me preocupa la laxitud que se ha dado en los últimos meses y el protagonismo de algunos de sus líderes".

Krauze presentó ayer en España su libro El poder y el delirio, de la editorial Tusquets, sobre Chávez y Venezuela. Espera presentarlo también en Caracas cuatro días antes de las elecciones. Pero no está seguro de si viajará finalmente. "¿Usted cree que podré presentarlo sin que me echen del país?", pregunta. "El libro es mucho más mesurado que lo que el título puede dar a entender. Es sumamente respetuoso. No trato a Chávez ni de bufón, ni de loco, ni payaso, ni cínico. Y he hablado con varios chavistas y creo que algunos son personajes extraordinariamente complejos. No se puede simplificar. Pero lo titulé así porque creo realmente que lo que Chávez padece es un delirio de poder. Y si algo nos ha enseñado el siglo XX es que la concentración de poder en manos de líderes carismáticos sólo ha traído violencia, guerra y muerte".

"Chávez sigue soñando con la reelección indefinida", señala Krauze. "Gracias a su vigor físico, a su pasión ideológica y a su vocación social, que en mi libro reconozco, Chávez aspira a mantenerse en el poder. Yo, sin embargo, anhelo que con las próximas elecciones regionales la oposición gane en algunos Estados. Eso sería un avance hacia las elecciones parlamentarias de 2010. Y así, en las elecciones presidenciales de 2013, la competencia electoral podrá ser por fin justa".

        Para Krauze lo más "descorazonador" de la era Chávez es el "odio que ha ido sembrando". ¿Y no existía ya antes de Chávez? "No hasta ese punto. Él lo ha potenciado. Cuando en España se habla de crispación entre los seguidores de Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero, yo me río. Lo de Venezuela sí que es crispación. Aquello recuerda a la España de los años treinta. Es un milagro que los venezolanos no se estén matando por sus ideas".


Francisco Peregil (El País, 14.11.08)

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