El historiador y ensayista mexicano Enrique Krauze cree que la crisis financiera está afectando al proyecto del presidente venezolano, Hugo Chávez, y que el "encantamiento complejísimo y a la vez mágico" que ejerce sobre su país está disminuyendo "de manera suave pero perceptible".Krauze hizo esta reflexión hoy en una entrevista con Efe en Madrid, antes de pronunciar una conferencia en la Casa de América sobre "Lecciones de Venezuela para América Latina".
El historiador mexicano, que realizó numerosos viajes a Venezuela y que se ha entrevistado con miembros del Gobierno y de la oposición, considera que la influencia que ese país ejerce sobre otras áreas de América Latina es "muy profunda"."Es como un relanzamiento de la revolución cubana con un líder muy potente, muy carismático y dotado de petróleo. No sólo de ideología, sino también de petróleo", añade.Krauze invita a pensar lo que hubiera sido Fidel Castro en los años 60 "si además de la fuerza mítica que tuvo junto al Che Guevara, hubiera tenido petróleo"."De haberlo hecho, hubiéramos tenido el chavismo hace 40 años", afirma, antes de asegurar que se trata de un fenómeno "complejo, importante y muy riesgoso para la suerte de las muy jóvenes y frágiles democracias de América Latina".
Tras destacar el "carisma y el contacto muy profundo" que tiene Chávez con un sector muy importante del pueblo de Venezuela, el historiador opina que la crisis financiera mundial está afectando "de manera muy seria" al país, debido a la disminución sensible de la producción petrolera en Pedevesa y la disminución de su precio, junto con la corrupción y una alta inflación."El cuadro del proyecto de Chávez se ve afectado por la crisis", dice, aunque, a continuación, puntualiza: "Pero no hay ningún país que no se vea afectado" por esta situación.En su opinión, la crisis y la bajada del precio del petróleo puede pasar factura a Chávez, cuyo país celebra el próximo 23 de noviembre elecciones regionales y municipales.
Aunque Venezuela parece haberse convertido en una de las piezas clave de la nueva política exterior de Rusia y que esta situación coincide con el aumento de las presiones occidentales contra ese país después de su intervención en Georgia, Krauze no cree que Venezuela llegue a ser la nueva Cuba del Kremlin."Estoy seguro de que Chávez estaría encantado de tener una base nuclear en Venezuela y de reeditar por su cuenta la crisis de los misiles. Volver al libreto de los 60, pero no teniendo al Che y a Castro como protagonistas, sino a él mismo", señala.Pero, continua, "a ese extremo no va a llegarse", y opina que la la próxima Administración de Estados Unidos tras las elecciones del 4 de noviembre "va a introducir cambios importantes"."Yo espero incluso que haya un cambio con respecto a Cuba", afirma Krauze, quien cree que "cuanto más rígido" sea el Gobierno de Estados Unidos "mejor para Chávez".
Sin embargo, piensa que para los intereses de los latinoamericanos y los venezolanos en particular la mejor opción sería la victoria de Barak Obama y, en este sentido, recuerda que el propio Fidel Castro ya ha dicho que "vería con buenos ojos" la llegada del candidato demócrata a la Casa Blanca."Obama debe haber lanzado ya señales de que esta situación con Cuba debe cambiar", considera Krauze, quien añade que, sin embargo, ahora no lo puede expresar porque el voto del estado de Florida es muy importante.A su juicio, esto puede dejar a Chávez en una situación en la que parezca un "inútil". "Tener una posición tan rígida sería visto como algo muy raro", matiza, y agrega que "menospreciar" a Estados Unidos es una "necedad y una tontería".Afirma que es curioso que el presidente venezolano sea tan "vociferante y tan desafiante" con Estados Unidos cuando un "porcentaje altísimo" de la venta de petróleo viene de ese país.En su opinión, a Chávez "se le ha ido la mano o mas bien la boca con ciertos desplantes, que no van a llegar a ningún lado".
El historiador mexicano, que realizó numerosos viajes a Venezuela y que se ha entrevistado con miembros del Gobierno y de la oposición, considera que la influencia que ese país ejerce sobre otras áreas de América Latina es "muy profunda"."Es como un relanzamiento de la revolución cubana con un líder muy potente, muy carismático y dotado de petróleo. No sólo de ideología, sino también de petróleo", añade.Krauze invita a pensar lo que hubiera sido Fidel Castro en los años 60 "si además de la fuerza mítica que tuvo junto al Che Guevara, hubiera tenido petróleo"."De haberlo hecho, hubiéramos tenido el chavismo hace 40 años", afirma, antes de asegurar que se trata de un fenómeno "complejo, importante y muy riesgoso para la suerte de las muy jóvenes y frágiles democracias de América Latina".
Tras destacar el "carisma y el contacto muy profundo" que tiene Chávez con un sector muy importante del pueblo de Venezuela, el historiador opina que la crisis financiera mundial está afectando "de manera muy seria" al país, debido a la disminución sensible de la producción petrolera en Pedevesa y la disminución de su precio, junto con la corrupción y una alta inflación."El cuadro del proyecto de Chávez se ve afectado por la crisis", dice, aunque, a continuación, puntualiza: "Pero no hay ningún país que no se vea afectado" por esta situación.En su opinión, la crisis y la bajada del precio del petróleo puede pasar factura a Chávez, cuyo país celebra el próximo 23 de noviembre elecciones regionales y municipales.
Aunque Venezuela parece haberse convertido en una de las piezas clave de la nueva política exterior de Rusia y que esta situación coincide con el aumento de las presiones occidentales contra ese país después de su intervención en Georgia, Krauze no cree que Venezuela llegue a ser la nueva Cuba del Kremlin."Estoy seguro de que Chávez estaría encantado de tener una base nuclear en Venezuela y de reeditar por su cuenta la crisis de los misiles. Volver al libreto de los 60, pero no teniendo al Che y a Castro como protagonistas, sino a él mismo", señala.Pero, continua, "a ese extremo no va a llegarse", y opina que la la próxima Administración de Estados Unidos tras las elecciones del 4 de noviembre "va a introducir cambios importantes"."Yo espero incluso que haya un cambio con respecto a Cuba", afirma Krauze, quien cree que "cuanto más rígido" sea el Gobierno de Estados Unidos "mejor para Chávez".
Sin embargo, piensa que para los intereses de los latinoamericanos y los venezolanos en particular la mejor opción sería la victoria de Barak Obama y, en este sentido, recuerda que el propio Fidel Castro ya ha dicho que "vería con buenos ojos" la llegada del candidato demócrata a la Casa Blanca."Obama debe haber lanzado ya señales de que esta situación con Cuba debe cambiar", considera Krauze, quien añade que, sin embargo, ahora no lo puede expresar porque el voto del estado de Florida es muy importante.A su juicio, esto puede dejar a Chávez en una situación en la que parezca un "inútil". "Tener una posición tan rígida sería visto como algo muy raro", matiza, y agrega que "menospreciar" a Estados Unidos es una "necedad y una tontería".Afirma que es curioso que el presidente venezolano sea tan "vociferante y tan desafiante" con Estados Unidos cuando un "porcentaje altísimo" de la venta de petróleo viene de ese país.En su opinión, a Chávez "se le ha ido la mano o mas bien la boca con ciertos desplantes, que no van a llegar a ningún lado".
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