El conocido historiador mexicano Enrique Krauze diagnosticó hace tiempo, con precisión, el mal que aqueja al coronel Hugo Chávez; delirio de poder. Y nada más evidente, para confirmar el acierto del diagnóstico, que el nuevo intento de conseguir la reforma constitucional en Venezuela para permitir la reelección indefinida.
El 2 de febrero, el coronel Chávez cumplirá 10 años en el poder. Todavía le restan cuatro años más. Pero para quien está aquejado por el delirio del poder 14 años no son suficientes. Por ello, el presidente venezolano movió los hilos para que la Asamblea Nacional o Congreso, con dominio absoluto de sus partidarios, aprobara la enmienda constitucional que permite a las autoridades de elección popular presentarse sin límite para la reelección.
El 15 de febrero, 17 millones de venezolanos están convocados a referendo para pronunciarse a favor o en contra de esa enmienda constitucional.El coronel Chávez propuso ya otra vez, dentro de un amplio paquete de reformas constitucionales que concentraba aún más que ahora los poderes en el presidente, la reelección presidencial indefinida. Esta le permitiría gobernar desde 2013 otro período más hasta 2019 y, así, seguir sin límite en el poder.
El pueblo venezolano rechazó en diciembre de 2007 las reformas constitucionales: fue la primera derrota electoral que golpeó el delirio caudillista del líder del socialismo del siglo XXI. Aunque la Constitución no permite convocar a referendo sobre el mismo tema -con distinto y confuso ropaje, el del referendo del 15 de febrero es el mismo tema sobre el que se pronunció ya la ciudadanía a fines de 2007-, Venezuela vive la campaña electoral y manifestaciones callejeras por una y otra alternativa para el referendo sobre la reelección indefinida...
La enmienda aniquila un principio básico de la democracia, el de la alternabilidad; y consagra uno de los más nocivos azotes en la vida política de América Latina: el caudillismo, es decir, da luz verde al delirio del poder, la impronta de todo autoritarismo. A pesar de las ventajas de una campaña electoral desde el poder, más aun cuando a pesar de la caída del precio del petróleo el coronel Chávez cuenta aún con la millonaria chequera que ha sostenido su proyecto político, no será fácil que se imponga el Sí en el referendo. Cabe recordar la derrota en el anterior referendo; además, el triunfo de la oposición en los estados más poblados en las elecciones regionales de 2008 y en alcaldías como la de Caracas.Las elecciones avivan la polarización política en Venezuela. Como también observó Krauze, lo más descorazonador es el odio que el coronel Chávez ha ido sembrando en su país.
Diario Hoy (Quito, Ecuador, 30.Ene.09)
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